RECUPERACIÓN DE UNA ESCOMBRERA MUNICIPAL. ALIANZA MULTI-ACTOR (a escala…)
Esta es una historia de alianza muy pequeñita, pero que contiene en sí misma características que hemos estudiado. Carece de proyección y ello la inhabilitaría para considerarse como caso de estudio, pero con una mirada amplia y comprensiva podremos detectar aspectos de las verdaderas alianzas. Así pues, de entrada, me toca apelar a la tolerancia amistosa del/la lector.
Todo empieza con la llamada de un vecino de Gomecello (Salamanca), al Consorcio de residuos provincial (GIRSA), donde trabajo. Nuestra planta principal (CTR) está en ese municipio y cualquier problema con residuos parecía ser causa nuestra. Esta vez se trataba de un espacio de unas siete has. que aparecía sembrado de residuos de todo tipo. Resultó ser una antigua escombrera municipal que había estado recibiendo basuras de forma descontrolada por parte de vecinos e industriales de la zona.
La celebración del Día Mundial de los Bosques (antes Día del Árbol), nos dio la disculpa perfecta (nota: el evento se conmemora tal día como ayer: 21 de marzo).
Con el acuerdo inicial del Ayuntamiento, titular de los terrenos, el Consorcio organizó la recuperación del espacio. Primero, limpieza completa y adecuación del terreno. Esas tareas, que implicaban maquinaria de cierta envergadura, se hicieron con la participación de nuestra concesionaria: FCC, S. A. Ahí no hubo el menor problema. Se retiraron muchos residuos que se llevaron a la planta, dejando un contenedor con una muestra de lo retirado a efectos didácticos. Se corrigieron relieves del terreno y se hicieron hoyos para plantación de árboles. Todo con personal de FCC, que también colaboró en la plantación.
La planta vino del vivero forestal de la Junta de Castilla y León. Se les contactó para implicarles en el acto. Escogieron plantones y nos los trajeron. Vinieron dos representantes al evento.
El Consorcio está adscrito a la Diputación de Salamanca. Podríamos haberlo hecho de varias formas, pero determinamos dar protagonismo a los bomberos provinciales: se presentaron con un camión bomba, de uniforme y prestándose a, además de regar la plantación -la disculpa- subir a los participantes al vehículo, enseñar herramientas, etc. De la Diputación se desplazaron, el diputado del Área y los servicios de prensa.
Ya es hora de hablar de los protagonistas: 40 escolares del CRA al que pertenece Gomecello. El Ayuntamiento hizo las gestiones para permisos, acompañamiento, etc. El Consorcio fletó un autobús que los recogió y los devolvió a su cole. Los escolares se organizaron en talleres y fueron pasando por las diversas actividades. Además de los responsables docentes, vinieron varios representantes del Ayuntamiento a participar de la Fiesta del Árbol, pues así es como se planteó, con invitaciones y todo.
Más: personal de la Sociedad Española de Ornitología (SEO) y de la Fundación Tormes. La SEO nos había hecho estudios sobre las aves del CTR, la Fundación nos llevaba las campañas de EA del CTR. Ambas ONG participaron con monitores que construyeron cajas nido con los chavales y estudiaron egagrópilas del bosquete de pinos que se pretendía recuperar. También se encargaron de organizar las plantaciones, elaborar cápsulas con semillas y arcillas, construir hoteles para insectos… Todo se contextualizó y justificó.
Así pues: Consorcio, empresa, administraciones (Diputación, Junta, Ayuntamiento, Educación), y ONGs. Todos trabajando juntos.
ODS Y Metas presentes (tabla)
La jornada fue un éxito puntual: organización, aceptación por los actores, participación, resultado práctico, repercusión mediática… Y un fracaso en el tiempo: unos por otros, nadie se hizo cargo del mantenimiento ni el seguimiento. Se frustró una oportunidad que podría haber dado lugar a una fórmula de colaboración más estable. La plantación se perdió en buena parte y para mayor desilusión, se le cambió el uso a la parcela a los pocos meses. Los pocos plantones que quedaron fueron durante un tiempo testigos de la falta de previsión para atar resultados, dar continuidad y proporcionar proyección. Una lección, sin duda, pero amarga.
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